martes, 5 de agosto de 2014

Réquiem por Lolita




Leo la antología "Réquiem por Lolita" y me vuelvo a encontrar este poema de Unai Velasco. Ya lo conocía de su libro "En este lugar", pero es una pasada. Lo tengo tan subrayado y anotado que casi no puedo leerlo en el libro. De hecho he decidido copiar también los subrayados para que veáis a qué me refiero. Es un poco largo, así que solo he copiado las tres últimas estrofas. 


Una teoría centífruga

Dama de la marca, a tu pies yo arrojo mi colección de esponjas
mis aromas más tibios mis defensas
más bajas
una lanza de destellos para tus musculaturas verdes
para que tu furia arrecie y nuestras pieles se levantes sorprendidas. 
Yo toco al azar tus tres cabezas de hidra, y les impongo
mi catálogo de servidumbres, puedo respirar
tus escamas blancas
recojo los requisitos más luminosos de tu aliento, yo.
Porque conozco tus impuestos, la preparación
de tus jinetes
la polvareda de tu designio.
Mujer de los territorios desarrapados donde no crece el porvenir
vierto en tu voz chatarras viejas para que suenen
chatarras nuevas para que suenen.
Tú hocicas remueves limos limpios
huergas hueles entre la piara de besos
y todas mis ramas carnes crecen, entienden predicciones:
estuve en Dodona y vi hogueras de comunicación
sobre las mesetas.
Sé que curtes piel
    sé que te preparas para la guerra.



Mujer amada de esta marca, he destripado abundantes peces
he comido con avidez el hígado de las aves
he seguido los mínimos movimientos de tu pelo
                                                            su política,
y nada me ha revelado tu estrategia de lunares. 
Conducido a la batalla campal de las almas
paso revista a todas mis sabidurías.
                                                  Pero para qué
para qué acudir a esta guerra
si no hay aldeas que arrasar
                                        en mis brazos
mujeres que raptar
si por mi espalda no corren niños
                                cuyo pecho fracturar
bueyes pesadumbres que desjarretes.
Solamente hay maizales de desolación fructíferos
y mi barba es miserable, un cañaveral estanco.



Amada mía, ensortijada y botánica,
rindo en este lugar elegantes transformaciones,
he aquí la bisutería que mi cabeza puede ofrecerte
como una hilera de esclavos
como una rendición mis cojines
mas mullidos para el desencanto canto canto de alabanza
de alabanza
canto d


                                 es mentira
   es mentira


Unai Velasco
En este lugar (2009)

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